Exámenes médicos durante el embarazo


Una de las claves fundamentales para proteger la salud del bebé radica en practicarse exámenes médicos prenatales con regularidad. Cuando una mujer sospecha que puede estar embarazada, lo primero que debe hacer es concertar una cita con el especialista de la salud que desea supervise la gestación.
Obviamente el primer examen prenatal que ordenará el médico elegido es una prueba de embarazo o proceder a una exploración física que compruebe el estado, así como también estimar de cuantas semanas se está basándose en la fecha de la última menstruación. Con esa información, el mismo podrá predecir la fecha aproximada del alumbramiento, la cual será corroborada más adelante, con la ecografía que practicará cuando el embarazo esté más avanzado.
Cuando una mujer es sana y no existe ningún factor de riesgo que pueda complicar el embarazo, es probable que únicamente baste con hacerse exámenes prenatales cada cuatro semanas hasta llegar a la 28ª de la gestación, pues a partir de entonces, se recomienda cada dos hasta la 36ª; y por último semanalmente hasta el parto.
Adicional a estos análisis, durante el embarazo, el médico supervisará a la futura madre, llevando un control de su peso y su tensión arterial. De igual manera evaluará el crecimiento y el desarrollo del bebé mediante exploración física que incluye palpar el abdomen, medir el vientre y oír los latidos cardíacos del feto a partir del segundo trimestre. También están incluidas la práctica de varias pruebas de diagnóstico prenatal adicionales, incluyendo análisis de orina, exploraciones del cuello del útero y ecografías.

¿Cuál es el mejor profesional de la salud para asesorar?

Durante el embarazo se puede optar entre varias alternativas posibles:
• Médicos de familia, la mayoría de ellos ofrecen una amplia gama de servicios a pacientes indiferentemente de edades que en ocasiones incluye la obstetricia
• Obstetras / ginecólogos, son los más recomenzados por ser médicos especializados en el apartado reproductor femenino, la salud de la mujer en general, el embrazo y el parto
• Enfermeras-comadronas tituladas siempre y cuando sean especializadas en los requerimientos sanitarios de las mujeres embarazadas, sus capacidades deben contener cuidados prenatales, atención durante el parto y cuidados posparto en embarazos sin complicaciones
Cualquiera de las opciones mencionadas puede llegar a ser una buena elección, siempre y cuando la embarazada está sana y no exista motivo alguno para anticipar posibles complicaciones durante el parto. Lo que si importante es que en caso de seleccionar las enfermeras-comadronas, estas tengan acceso a un médico en el caso de que surja algún problema inesperado y deba practicarse una cesárea.

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