El cambio de tono de la piel del bebe

Es común apreciar que el color de piel con el que un niño nace, no es el mismo se mantiene dentro de los próximos días. Esto a veces puede ser desconcertante para los padres los cuales se hacen una primera impresión que luego cambia.

Esto puede sorprender con mayor frecuencia a las parejas que acaban de tener a su primer hijo y no se habían encontrado con un caso de cerca como este. Es algo completamente normal y no implica que algo ande mal ni una situación alarmante.

Según pasan los días estas variaciones van dejando de darse, hasta que el tono de piel se estabiliza.

El color amoratado se debe al esfuerzo que ha realizado para atravesar el canal del parto, pero va desapareciendo en las horas siguientes, hasta dar lugar a un tono rosado.

En algunos casos el bebé puede seguir teniendo amoratados los pies y las manos, debido a que la circulación sanguínea todavía no está bien establecida, pero este color debe corregirse en cuanto cumpla sus primeras 24 horas de vida. Si no ocurre así y el tono permanece hay que comentárselo al neonatólogo.

Incluso puede ponérsele amarillenta la piel entre el segundo y el séptimo día de vida. Se debe a la ictericia, que es la acumulación de un pigmento amarillo (bilirrubina) en la sangre.