Limpiar la nariz del recién nacido
El lenguaje de comunicación del bebe es a través del llanto. No solo lloran a causa del hambre, sino también por alguna molestia que estén padeciendo. Es por ello la importancia de estar atentos que se encuentren en y cómodos.
Muchas veces las secreciones nasales se acumulan en las fosas de su pequeña nariz ocasionándoles malestar y dificultades para respirar, por eso es importante limpiarlas con regularidad de forma adecuada y con mucho cuidado.
Si no se realiza una limpieza diaria, esos moquillos al quedar retenidos pueden provocar infecciones. Además, el bebé al encontrarse atascado hace tomas más cortas porque se cansa antes durante la lactancia.
El mejor momento para limpiar la nariz de tu bebe es después del baño, porque los mocos estarán más reblandecidos.
Para esta operación vas a necesitar: agua de mar hipertónica especial para recién nacidos o suero fisiológico o agua marina y una jeringuilla estéril.
Paso a paso
Primer paso:
Para los recién nacidos, estos preparados se venden en monodosis. Primero coloca al bebé boca arriba, pero inclina su cabecita hacia la derecha y la izquierda y echa el producto en el orificio que queda arriba, para que no se vaya a los oídos.
Segundo paso:
A continuación, sienta al bebé o ponle en posición vertical para que los moquillos vayan saliendo. Quizás se los trague, pero eso no es un problema: los expulsa con las heces.
Tercer paso:
Si la mucosidad está tan reseca que aún así no expulsa nada, puedes volver a echar unas gotas de producto y masajear suavemente la naricilla para que se desprenda.
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